Desde hace años se ha venido restringiendo el uso del refrigerante R22 en equipos de climatización debido a su potencial de agotamiento de la capa de ozono. Desde el 1 de enero de 2015 está totalmente prohibido el uso de refrigerante R22 en operaciones de mantenimiento y reparación sea cual fuere su origen.
En caso de contar con un equipo con este refrigerante, el usuario deberá realizar un control de fugas a través de una empresa mantenedora autorizada con las siguientes periodicidades:
- Equipos que contengan más de 3 kg de gases fluorados: un control al menos cada 12 meses.
- Equipos que contengan 30 kg o más de gases fluorados: un control al menos cada 6 meses
- Equipos que contengan 300 kg o más de gases fluorados: un control al menos cada 3 meses
- En todo caso se realizará un control de fugas en el plazo de 1 mes a partir de haberse subsanado una fuga.
Desde el 1 de enero de 2004 se han dejado de fabricar equipos de climatización con refrigerante R22, por lo tanto a día de hoy estos equipos cuentan con al menos 11 años de funcionamiento y muchos ellos pueden encontrarse al final de su vida útil. Por ello recomendamos realizar un estudio del estado del equipo antes de inciar reconversiones a otros gases alternativos que podrían no resultar satisfactorias, debido entre otros motivos, a la pérdida de potencia térmica asociada a estas operaciones.