Además de la posibilidad de rehabilitar una casa para que su sistema de calefacción funcione mediante aerotermia, esta energía renovable puede ser también utilizada en viviendas nuevas; de hecho, el Código Técnico de la Edificación (CTE) y el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE) obliga a dotar de instalaciones eficientes con energías renovables a los de nueva construcción.
Sin embargo, a la luz de estas normativas ha habido mucha más tendencia a la biomasa desde el momento en que los combustibles fósiles comenzaron a ser mucho más caros, principalmente porque la aerotermia, aunque fue reconocida como energía renovable cuando se aprobó la Directiva 2009/28/CE aplicable a toda la Unión Europea, no se tuvo muy en cuenta, y se proyectaron más sistemas con biomasa, e incluso con geotermia En los últimos años, la aerotermia ha comenzado a erigirse como una alternativa pontente frente a la biomasa; sin embargo, lo que cambió por completo el panorama fue la Decisión de la Comisión de 1 de marzo de 2013 por la que se establecen las directrices para el cálculo por los Estados miembros de la energía renovable procedente de las bombas de calor, así como el documento que publicó el IDAE titulado “Prestaciones Medias Estacionales de las Bombas de Calor”.
Frente a la aerotermia, la biomasa tiene el problema de la combustión con todo lo que ello conlleva y, sobre todo, resulta mucho menos confortable.
Frente a la aerotermia, la biomasa tiene el problema de la combustión con todo lo que ello conlleva y, sobre todo, resulta mucho menos confortable.
El consumo energético de la aerotermia es, sin duda, muy inferior al de otros sistemas tradicionales basados en combustibles fósiles y también lo es con respecto a otras energías renovables, debido a que la mayor parte de la energía se transporta en lugar de producirse. En el siguiente gráfico que se corresponde con una simulación de una vivienda nueva situada en Pontevedra de 130m2 con suelo radiante, observamos estas diferencias en la comparativa anual de los costes reales de varios sistemas.
Nos servimos del ejemplo de vivienda anterior, en el siguiente gráfico, para comprobar que tanto la aerotermia como la geotermia son sistemas eficientes; en cuanto a las emisiones de CO2. En el caso de la biomasa, el dato de que las emisiones son nulas, hace referencia a que no son necesarias para crear el combustible del que se nutre esta energía renovable, aunque no está contemplada la combustión que genera durante su utilización en la vivienda.
El consumo energético de la aerotermia es, sin duda, muy inferior al de otros sistemas tradicionales basados en combustibles fósiles y también lo es con respecto a otras energías renovables, debido a que la mayor parte de la energía se transporta en lugar de producirse.
En relación también con el consumo energético, tenemos el ejemplo de este caso real de una vivienda nueva, situada en Reboreda (Redondela) y de 160 m2, con un sistema de agua caliente sanitaria y calefacción de Saunier Duval que funciona con aerotermia pura, sin apoyo de ningún combustible, todo eléctrico.
Como vemos, los consumos son muy bajos siendo el máximo el de marzo (agua caliente sanitaria y calefacción) y el mínimo el de agosto (sólo agua caliente sanitaria); vemos que, en verano, se reducen los consumos porque además cuenta con un sistema solar Helioset, con 1 panel y 150 litros.
La entrada en vigor de las directivas sobre diseño ecológico y etiquetado energético en 2015, está suponiendo la incorporación de los sistemas más eficientes frente a los convencionales que están desapareciendo. Estas regulaciones, además de ofrecer una información detallada al usuario, incluyen requisitos para los niveles de rendimiento de energía, de potencia de sonido y las emisiones de CO2, entre otros.
La entrada en vigor de las directivas sobre diseño ecológico y etiquetado energético en 2015, está suponiendo la incorporación de los sistemas más eficientes frente a los convencionales que están desapareciendo.
La aerotermia resulta un sistema mucho más silencioso y limpio que la biomasa, ya que estos sistemas de calefacción precisan de almacenar combustible, lo que puede resultar incómodo y sucio para los habitantes de la vivienda. Además, resulta mucho más cómodo y confortable para el usuario no tener que aprovisionarse de este combustible y que sólo sea necesario pulsar un botón para accionar el sistema, además del hecho de que debe preocuparse por una única factura.
Otras ventajas que podemos señalar son: que los componentes de la aerotermia tiene una muy larga vida útil; que los usuarios pueden tener garantizadas todas sus necesidades de climatización, ya que soporta calefacción, agua caliente sanitaria y refrigeración; y que es muy rentable a largo plazo.
Fuente: El blog de la aerotermia